La importancia de la compaginación editorial en libros y revistas

La compaginación editorial consiste en formar páginas con los textos compuestos, a los que se añaden ilustraciones, cuadros o tablas, etc., ajustándose a unas medidas predeterminadas, siguiendo unas instrucciones (maquetación) y cumpliendo las normas bibliológicas y tipográficas para la obtención de un trabajo bello y armónico.

De la compaginación editorial depende la belleza, la armonía y el equilibrio del conjunto de la obra editorial, ya sea un libro, una revista o un cómic (sea en papel o en digital). La composición y la corrección se aprecian en el detalle; la compaginación entra por los ojos como conjunto, y a la primera mirada, sin más análisis, se aprecia si gusta o no.

Clasificación de libros en función de su compaginación editorial

Atendiendo a su complejidad, la compaginación editorial puede ser:

Sencilla: si consiste en la formación de páginas que se componen de texto seguido, sin
apenas interrupciones.
Compleja: Si combina adecuadamente texto con grabados, gráficos, esquemas, cuadros,
tablas, notas, citas intercaladas, fórmulas, etc.

Desde el punto de vista de la presentación de los elementos y el estilo, hay dos filosofías muy distintas en cuanto al diseño de las páginas del libro:

Clásica o tradicional. Consta de elementos clásicos:
- Composición justificada
- Cabeceras centradas
- Tipografías romanas. Serifas
- Contraste mediante cursivas y versalitas.
- Purismo ortográfico
- Márgenes tradicionales
- Equilibrio estático
Moderna. Con elementos más disruptores:
- Composición en bandera
- Cabeceras alienadas a la izquierda
- Tipografías palo seco o lineales. Sanserif
- Contraste mediante el espesor de las redondas
- Mínimas mayúsculas y puntuación.
- Plantillas de muchas columnas con sangrías.
- Equilibrio dinámico

Estas dos tendencias extremas, casi nunca son necesarias, de hecho la mayoría de los buenos diseños de libros, surgen de la interacción sutil (no de la mezcla irreflexiva) de los elementos de las dos tendencias.

Para conseguir sus fines, el compaginador editorial utiliza, no solo los elementos que coloca en la caja de composición, sino también de la propia caja, incluyendo los blancos que la rodean. Sobre ello hablaremos en próximas entradas.