De trajes como churros a trajes a medida…. ¡comprueba siempre los materiales gráficos!

Ya llevamos un tiempo de pandemia tal que la perspectiva de un análisis de la situación del mercado nos puede salir más o menos redonda. Y digo más o menos porque quien más o quien menos, tiene su forma de ver el conjunto de las cosas de manera distinta, con sus propios matices y sensaciones. «El sector de las artes gráficas se enfrenta ya, desde hace tiempo a una reconversión de una reconversión anterior» decía un antiguo compañero mío, algo sobre lo que ya hablé en artículos anteriores cuando analizaba las tendencias de los X-rooming (Showrooming, webrooming, fourrooming).

Entiende las implicaciones de los materiales gráficos de los que dispones

Recientemente he resuelto varios proyectos de proyección anual donde se ha comprobado, por activa y por pasiva, que el criterio de los materiales gráficos era abaratar costes y pretender ocupar las mismas superficies con materiales sensiblemente más económicos que los que de normal se venían utilizando. Dichos materiales no eran novedad en el mercado de artes gráficas, sino que se utilizaban para otras aplicaciones. De hecho, estas nuevas usabilidades creaban efectos tan perversos que hasta resultan cómicos. Pero dentro de la crisis, frase tan manida como el país donde es dogma de fé, se encuentran las oportunidades.

Oportunidades, decía, como las que parecieron para que de una forma más artística se unieran dos facetas de las artes gráficas que parecían reñidas últimamente: los creativos y los que ejecutan la creatividad, los creadores, y los que tienen que ejecutar el arte final.

Tradicionalmente, el sector de las artes gráficas está trufado de arte finalistas, en el mejor de los casos, que se limitan a enviar a máquinas de impresión o acabados, diferentes trabajos para su repetición en masa hasta conseguir finalizar el bus de ocupación de estas. Cada vez menos industrias tienen en sus plantillas a profesionales que sepan de verdad qué resultado tendrá una tirada. Así que se limitan a cubrir un expediente de control de calidad de su trabajo, ligando la responsabilidad a los departamentos comerciales que con mejor o peor fortuna sepan transmitir a los clientes la usabilidad del producto que les compraron.

«La época de hacer trajes como churros se está acabando y vuelven los trajes a medida. Acostúmbrate»

Que si los materiales gráficos no se comportan como deberían, que si su durabilidad deja mucho que desear, que si la usabilidad no tiene nada que ver con lo que antes les vendían… etc. Pero a veces, de la adversidad surge la posibilidad de crear algo incomparablemente bonito y que da sentido al sector de las artes gráficas. Sin vulnerar más obligaciones de la confidencialidad de las que debo, puedo contar un caso.

Cuando un cliente se decidió a trabajar la campaña 2021 con los mismos parámetros de cantidad y calidad de las piezas necesarias para la decoración de sus centros, llegó a la conclusión de que el precio (incrementado lógicamente por los costes de IPC) era insostenible debido a la bajada de consumo en sus puntos de venta por la pandemia. Eso obligó a tirar del manual y se decidieron por dos caminos paralelos.

1. Con respecto a la creatividad, simplificaron las tintas.
2. Y con respecto a los materiales, bajaron sus expectativas.

Receta perfecta para cerrar un proceso de compra de manera catastrófica: ni puedes jugar al mismo deporte, ni puedes hacerlo en la misma liga. Salvo que des con la tecla adecuada.

La importancia de asesorarse e informarse sobre el material gráfico a usar

Un correcto asesoramiento de materiales gráficos dio lugar a determinar una característica que podría devenir en un gran problema. Cuando usas un material gráfico como una cartulina contra colada en papel impreso en offset en lugar de un cartón micro canal doble, y lo quieres colocar como elemento de señalización aérea, deberías saber que dicho elemento con el tiempo perderá sus características y tenderá a combarse. Dejará de ser una forma plana y rectilínea para convertirse en otra cosa. Hechas las pruebas se determinó que las formas clásicas y geométricas sobre ese material no conducían a nada bueno, puesto que no se puede obtener relevancia de marca sometiéndola a un espacio donde apenas es legible por la degradación del material soporte.

La solución se obtuvo de la correcta determinación del problema. El material era idóneo para la durabilidad que se pretendía y muy económico, pero no aportaba la usabilidad requerida, salvo que se le diera un nuevo enfoque.

Después de crear y consolidar una imagen de marca ligada a formas y geometrías espaciales clásicas, se optó por seguir los consejos de las vetustas artes gráficas, y cambiar hacia formas orgánicas, que emulaban frutos de la naturaleza, en los cuales implantar una imagen marca más acorde con los nuevos tiempo… austeridad en colores planos más sutiles y degradados naturales adaptados a las formas en las que el material usado es más vulnerable que el anterior.

Campaña salvada, objetivo cumplido, cliente satisfecho, imagen más actualizada y relación fortalecida en esta época de nuevas oportunidades… que dicen los chinos.

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La moraleja de todo esto, creativo que me lees, es que nunca te canses de mirar atrás para buscar la perspectiva de las cosas ya que quien ignora su pasado esta despreciando muchos años de conocimiento. Y no cejes en buscar a proveedores comprometidos.

La época de hacer trajes como churros se está acabando y vuelven los trajes a medida. Acostúmbrate.

Si crees que no es el caso estaré encantado de escuchar tus comentarios. Deja tus ideas por aquí que estaremos encantados de debatirlas.

¡Hasta la próxima entrada!