Qué vas a ver aquí
- ¿Por qué es tan importante el plástico en packaging?
- ¿Cómo abordar el problema de la no degradación del plástico en packaging?
Los plásticos en packaging, en sus diferentes tipologías, representan cerca de la mitad de la demanda global de plásticos, suponiendo al final de su vida útil, más del 60% de todos los residuos plásticos generados en el mundo.
Esto es debido a que en packaging, mayoritariamente, se utilizan para envases de un solo uso (destacan botellas, bolsas y otros envoltorios) con sustancias químicas peligrosas, desde los propios plásticos (ftalatos, BPAs, PTAs) a otros elementos altamente contaminantes como las tintas, disolventes, pigmentos o aditivos, usando de entre todos los tipos de plástico, predominan los plásticos termoestables de baja porosidad.
Según datos ofrecidos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en España, los envases de plástico representan alrededor del 14% del total de los residuos urbanos país, -el equivalente a más de tres millones de toneladas-. Pero este no es el verdadero problema…
La gran problemática es que el plástico es un material con una lenta degradación a la que se suma, en el caso de las artes gráficas, los disolventes y las tintas usadas (sobre todo las de flexografía y huecograbado).
El resultado es que pese a los esfuerzos de la industria gráfica por hacerse más sostenible, el sector del packaging se está convirtiendo en uno de los principales clientes de la industria gráfica, y el plástico sigue siendo el mejor material en relación calidad-precio para este sector.
Es la pescadilla que se muerde la cola… y sin duda, una problemática creciente, con un elevado impacto negativo en el planeta.
¿Por qué es tan importante el plástico en packaging?
Como decía en otros artículos al hablar de las diferentes tipologías de plástico, este material sintético, proveniente del petróleo, cuenta con una estructura y composición química específica que le confiere múltiples propiedades idóneas para cubrir los principales usos del envase de un producto: protección (ante transporte, luz, polvo, etc.), bajo peso, y grandes posibilidades de diseño (muy maleable y adaptativo).
No nos engañemos, que el único plástico eliminado de las latas sean las anillas de los packs, y no se haya podido acabar con la botella de plástico del refresco, o el plástico que recubre la lata de aluminio, no es por estética, es porque el coste total del sustituto, mayoritariamente cristal (que incluye no solo la botella, sino el riesgo de rotura ante golpes en el transporte), es mucho más elevado. Y eso sin entrar en los envases dedicados al área sanitaria.
En particular, esto se debe a que el plástico ofrece una resistencia, flexibilidad y ligereza a un coste muy competitivo, lo que lo convierte en un elemento indispensable para usar como embalaje y envase, siendo el material predominante elegido para este fin.
¿Cómo abordar el problema de la no degradación del plástico en packaging?
Hecho este paréntesis, creo que en la industria es necesario abordar la contaminación del plástico, y de los componentes accesorios, fundamentalmente en el consumo y producción de los plásticos de un solo uso, aumentando la reutilización y el reciclaje de envases.
Por fortuna, artículos como éste de «Tendencias de sostenibilidad» elaborado por Dcycle, ilustran lo que a mi juicio es un enfoque correcto, con varios casos de empresas que ofrecen buenas alternativas, donde en lugar de denostar al plástico y querer acabar con él de golpe, explican claramente por qué es una industria colosal, los retos de sostenibilidad que tiene dicha industria y cómo mejorar nuestra convivencia con el plástico y evitar o minorar los impactos negativos.
La clave en esto de la sostenibilidad y la forma correcta de abordarlo, no es hacerse el harakiri con transiciones duras y sin tener alternativa, sino:
- Medir (en sentido amplio, porque hay que medir el coste de transición, algo que no se dice).
- Ir poco a poco implementando soluciones que permitan hacer esa transición asumible y, sobre todo, rentable.
En lo que respecta al plástico en packaging, hay que trabajar las 3R del reciclaje: Reducir, Reciclar y Reutilizar, así como la Sustitución, para hacer un uso responsable del plástico y minorar el problema de la degradación.
1. Reducir por tecnología – Sustituir opciones actuales con soluciones bio-based
Quitar anillas de las latas por cartón, o sustituir pajitas de plástico por pajitas de cartón no resuelven el problema de prácticamente nada. Básicamente porque, y lo vuelvo a repetir, el plástico en packaging, y en otros sectores, ES FUNDAMENTAL.
Nótese la fina ironía del destino, que ha convertido al contaminante papel, «destructor de los bosques primarios» en 2010 de la noche a la mañana, en el material que muchos abanderan para acabar con el malvado plástico.
Siguiendo con los plásticos, hay tres formas de que sean degradados:
- Degradación natural: es lenta, y aun que logra romper muchas de las moléculas, no elimina el plástico en su totalidad (el gran problema de los plásticos), cientos, e incluso miles de años…
- Biodegradación: un plástico biodegradable degrada de forma natural por metabolismo, rompiendo las cadenas de carbono y creando nuevos elementos orgánicos.
- Compostabilidad: Cuando un plástico biodegradable sólo llega a degradarse en unas circunstancias específicas.
Las soluciones para reducir los efectos negativos de la lenta e incompleta degradación natural de los plásticos se centran en sustituir el plástico en el packaging por bioplásticos, en concreto, por bioplásticos biodegradables (si, no todos los bioplásticos son biodegradables).
Sin embargo, el porcentaje de bioplásticos en packaging es muy bajo en relación a los plásticos tradicionales. Y eso es porque no es fácil sustituir los plásticos convencionales debido a su competitivo coste. O lo que es lo mismo, el coste de sustitución, encarece actualmente el precio del producto o servicio una barbaridad.
No obstante, es cierto que conforme evolucione la tecnología y el consumidor acepte y esté dispuesto a pagar el diferencial, más soluciones competitivas saldrán al mercado, sean como bioplásticos, o los llamados Next-Gen Materials, de los que hablaré en otro post.
Bioplásticos – una oportunidad de mercado en el sector de las cápsulas de café
En esa línea, ya hay industrias, sectores y empresas que han hecho de esta sustitución del plástico una ventaja competitiva. Un caso palmario es el de las cápsulas de café, donde han irrumpido con fuerza las cápsulas compostables, que se degradan en menos de 6 meses.
En este sector, donde el precio es decisivo, son varias las empresas que han podido encontrar un hueco en un mercado dominado por Nespresso.
Algunas marcas son bastante conocidas fuera de España como Keurig, Migros. En España, es importante destacar a tres cafeteros que nacieron con este propósito fundacional: Cafés Novell, Cafés Baqué y debuencafe.
Algo debe estar ocurriendo con este tipo de propuestas, para que Nespresso, la creadora del Blue Ocean, y líder del sector, haya sacado recientemente una gama de productos bio-based de plásticos compostables con base papel.
Bioplásticos – la diferenciación en envases de bebidas
Los materiales usados en el sector de las bebidas para el envase receptor del líquido, son fundamentalmente:
- Cristal (sobre todo en refrescos, alcoholes y botellas de agua premium).
- Aluminio + plástico (latas).
- Botellas de plástico tradicional.
- Tetrapak, multicompuesto de cartón, aluminio y plástico (para leche, zumos y recientemente en agua).
En un sector donde la gran diferencia la marca el diseño del envase, ¿alguien duda del potencial de sustituir las botellas de plástico en packaging por recipientes de bioplástico que se puedan tirar al contenedor orgánico? En esa línea, Cabreiroá lanzaba hace poco la primera botella de PLA con base vegetal.
Nuevas tecnologías para sustituir los plásticos en packaging
La compañía británica Notpla, con su biopolímero basado en algas y plantas, pretende sustituir el plástico en packaging con soluciones totalmente biodegradables.
Por otro lado, Aquapak ha patentado una tecnología innovadora, denominada Hydropol que, a través de resina de alcohol polivinílico (PVOH), genera biopolímeros solubles en agua caliente, y totalmente degradables con los que puede sustituir muchos de los plásticos presentes en multitud de envases.
Sin embargo, no es suficiente con sustituir (algo fundamental en aquellos productos que si o si, son de un solo uso, como gran parte del material sanitario), si no se logra a su vez, cambiar ciertos hábitos de consumo.
En ese sentido, acabar con los plásticos de un solo uso implica si o si hablar de reciclaje y reutilización. Algo que la industria gráfica y la papelera han demostrado alcanzando unas cotas de excelencia en esta materia tanto en tintas, como en papeles no vistas en ningún otro sector.
2. Reducir por consumo. Acabar con el concepto de ‘un solo uso’
La chicha del pastel está en este tercer punto.
En la cúspide de la pirámide de la gestión de residuos que también aplica a los plásticos, se encuentra la «prevención». Esto implica reducir la producción y consumo de materiales plásticos fomentando las prácticas sostenibles.
El ejemplo más característico es el de reducir las bolsas de plástico de los supermercados (de un solo uso), que todos los supermercados han implementado cobrando por cada bolsa, con la que, -teóricamente-, los supermercados han conseguido evitar la generación de muchísimas toneladas de plástico.
Sin embargo, como decía Rodolfo Pereira Miranda en LinkedIn, «era necesario, pero una vez más, por falta de planificación, control y educación, nos equivocamos en ‘cómo’ solucionar nuestros problemas provocando este efecto rebote que se puede ver en la foto».
Y es que esta foto dice mucho más que 1.000 palabras.
Por cierto, Rodolfo ha escrito el libro «La Economía Circular», disponible en Amazon, y que tiene muy buena pinta Desde aquí, sin lugar a dudas, recomendamos esta obra.
3. Reciclaje y reutilización de plásticos para alargar la vida útil del plástico en packaging (u otros sectores)
El reciclaje se puede hacer fundiendo y reciclando el plástico en su forma original (reciclaje mecánico), o descomponiendo el plástico de un solo uso en sus componentes químicos primarios (reciclaje químico).
El gran desafío de estos procesos es lograr mantener las propiedades originales del plástico en packaging y embalaje, y si no es posible, poder ofrecer el material a otros sectores, y en esa línea cabe destacar varios ejemplos interesantes.
Reciclajes con segundos usos en el sector de envases y embalajes
Sin duda esto es lo más relevante para todo el sector de las artes gráficas, que es lo que se ha logrado con el papel.
Un ejemplo es Novoloop que a través de su tecnología de reciclaje químico ATOD™ es capaz de separar los desechos plásticos (muchos de PE), purificarlos y convertirlos en nuevos polímeros, manteniendo intactas sus propiedades.
El resultado es que obtiene termoplásticos que prácticamente mantienen sus propiedades originales. Esto significa que pueden no solo usarse en el sector del packaging, sino en otras muchas industrias.
Su primer plástico «virgen» logrado de este proceso se llama Novoloop TPU, y ya se está empezando a usar en prototipos de calzado.
Reciclajes con segundos usos fuera del sector del packaging gracias al reciclaje
Un plástico usado en un primer uso como envase, puede ser desechado, y reutilizado en otro sector. Es el caso de la empresa Angirus, que con su tecnología propia de reciclaje mecánico, logran crear ladrillos y otros materiales de construcción, utilizando para ello, únicamente residuos plásticos, alargando la vida útil de este material.
Sistemas de reciclaje y/o reutilización del plástico, clave para generar menos residuos
Ya hemos dicho que reutilizar puede ser tan o más efectivo que el propio reciclaje. Pero todo ello requiere de sistemas que se lo pongan fácil al usuario, ya sea desde el enfoque de la economía circular, como a través de sistemas de recogida 360 o reciclaje, cada vez más utilizados y aceptados por la sociedad, que además de facilitar el reciclaje y la reutilización, evitan (vía sustitución por materiales reciclados o de segunda vida) producir nuevos plásticos.
En esa línea, y volviendo a las cápsulas de café, además de apostar por la compostabilidad, son muchos los fabricantes de café (Illy, Tassimo, L’or, Saimaza, Marcilla etc.) que se han adherido a Circularcaps, un sistema colectivo de recogida y reciclaje de cápsulas de café usadas, que se ocupa de recoger, reciclar y dar una nueva vida a las cápsulas de café usadas.
Otro ejemplo es The Plastics Circle, entidad que promueve la economía circular y una gestión sostenible de los plásticos a través de una plataforma.
Y si entramos en la economía circular, hay modelos de negocio rentables y sostenibles basados en ofrecer soluciones así. Por ejemplo, y fuera del packaging, la plataforma de economía circular Recovo, ha generado un marketplace B2B donde las marcas de moda pueden comprar y vender tejidos plásticos sobrantes, evitando la producción de nuevos tejidos y el sobreconsumo de recursos.
Sin embargo, el impacto medioambiental de estas soluciones es elevado, porque, exceptuando el caso de los envases de cristal, la industria de los materiales reutilizados no está aún desarrollada a escala. Este hecho supone que, paradójicamente, en sectores como el del packaging, tenga un menor impacto usar materiales reciclados (de nuevo primer uso), que reutilizados.
Es evidente que el plástico ha sido, es, y probablemente siga siendo fundamental y clave en el desarrollo económico y social de la humanidad.
Es un material con menos de 100 años de vida, y estoy seguro que con tecnología y buenas prácticas, lograremos antes o después reducir la mayoría de los problemas que el uso del plástico en packaging y otros sectores genera.
La industria gráfica ha demostrado antes que tiene el potencial de hacerlo, la única duda es saber cuándo.
Algunas fuentes consultadas
- Impact Assessment of reuse targets in the proposed PPWR | Cepi
- The potential impact of reusable packaging | Mc Kinsey 2023
- Tendencias de sostenibilidad | Dcycle
- Life Cycle Assessment of grocery carrier bags | The Danish Environmental Protection Agency
Experto en la creación, gestión, estrategia y difusión de contenidos. Bloguero y apasionado desde hace muchos años a las artes gráficas.
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