La Prestampa, del PARA al DE de las artes gráficas

Como cualquier otra historia, esta también tiene un punto de partida. Mejor dicho, muchos puntos, el resultado de una trama que modula, al mismo tiempo, el contenido y el continente de una marca que nace de las artes gráficas y vive para ellas.

Este es el discurso que ha determinado un ejercicio de rebranding que entiende que para llegar a la verdad de las cosas, es necesario llegar a su esencia. Y esto es lo que nos propusimos, encontrar las claves de un lenguaje propio que nos permitiese construir una identidad y comprender cómo esta se relaciona con todo lo que le rodea a través de una trama que es en sí misma fondo y figura de un lienzo cuyos límites son inabarcables.

Una trama que estaba, pero que no era

¿Qué era La Prestampa? La Prestampa era una trama para artes gráficas, tal y como rezaba su tagline. Una trama que, ahora, pasa del para al de, convirtiendo un concepto que vivía, desde fuera, una realidad de la que realmente es parte esencial. En definitiva, una trama. Una trama que estaba pero no era. En esto se ha basado a nivel estratégico este ejercicio, en una búsqueda que nos ha permitido descubrir la esencia de un concepto que actuaba como apoyo siendo realmente la base de una marca que nace y crece a través, heredando su raíz indoeuropea (terə-2),de las artes gráficas.

Del latín trama, este sustantivo, en cualquiera de sus acepciones, representa un conjunto de elementos, de pequeñas y finas partes casi imperceptibles en ocasiones, que dan forma a un todo. Un todo que es mucho más que la suma de cada una de ellas, a través del cual se representa y se entiende la realidad. Una realidad que gira en torno a las artes gráficas, en nuestro caso, pero que trasciende a ellas.

Este es el punto de partida de un ejercicio introspectivo que reflexiona acerca de la identidad de una marca para llegar a su origen y, de este modo, avanzar hacia el futuro. Un futuro que no existe y, por lo tanto, es necesario construir, que necesita ser escrito con un código propio, con su propio lenguaje.

Esto nos lleva adentrarnos hacia ese origen para llegara a la trama, a su trama. Una trama que resulta de generar un modelo de semitono sobre el color corporativo de La Prestampa (C 85% M 50% Y 0% K 0%).

Este proceso nos permite alumbrar la base del concepto sobre el que hemos trabajado la nueva identidad. Pero no era suficiente, porque La Prestampa entiende las artes gráficas como una disciplina que no se limita exclusivamente a contextos estáticos. O sea, nuestra trama necesitaba profundidad y movimiento. De este modo, entendemos que la trama se separa en 4 canales que interactúan entre sí. Es decir, tenemos cuatro elementos superpuestos, por lo tanto, existe una jerarquía y, por consiguiente, una tercera dimensión. Ahora bien, ¿cómo evidenciamos esto?, deformándola. Creando espacios de un modo irregular entre cada uno de sus canales.

Este ejercicio nos permite construir un código visual bruto, vivo y propio que nos sirve de base de la propia identidad y que al mismo tiempo le permite a esta interactuar con su propio contexto.

Ahora bien, sobre este lienzo, que en ocasiones actuará como fondo y en otras como figura de nuestra identidad, necesitábamos revisar la tipografía para desproveerla de cualquier connotación más haya de la pura legibilidad.

Entendiendo que el protagonismo siempre residiría en la semántica, es decir, en la conexión significado-significante y asumiendo que esta relación también interactuaría, al mismo tiempo, con su contexto, decidimos renunciar a cualquier tipo de connotación y huir de cualquier ruido que pueda interferir entre las partes. Necesitábamos una tipografía con amplios espacios internos y con grandes ojos en sus letras minúsculas. Y de este modo, pasamos de emplear la familia tipográfica Raleway para comenzar a utilizar Roboto. Una tipografía aséptica, con cierta flexibilidad, sin detalle, con buena legibilidad y una amplia variedad de pesos.

Esto nos ha permitido conectar el concepto en su relación continente-contenido sin interferencias y representar la trama en su más amplio sentido, conectando la acepción gráfica con la que alude al discurso. De este modo, conseguimos que La Prestampa sea no solo una trama gráfica si no también una trama de contenido, un contenido que se escribe desde hoy en Roboto.

Partiendo de este logotipo, construimos un símbolo que representa, a través de la P y la trama, la identidad a modo de lexema con una clara funcionalidad digital. Es decir, que nos permitirá articular este discurso en su mínima expresión y fundamentalmente pensado para aplicaciones orientadas a redes sociales, como es el caso de los perfiles en cada una de sus cuentas o el favicon en el caso de su web.

Y a partir de aquí, entendemos que todo son relaciones, que la marca es el resultado de la interacción, con su contexto y con el propio usuario, y así hemos comenzado a vivir la realidad de La Prestampa con el mundo que le rodea. Este es el comienzo de una trama que no sabemos a dónde nos llevará pero que sin duda nos permitirá seguir escribiendo y experimentando cómo la realidad pasa a través de una identidad abierta al mundo que le rodea y dispuesta a aprender de la experiencia.