Desarrollo de un logotipo: Wild

Se suele hablar de un logotipo cuando nos referimos al signo gráfico que identifica a una empresa, marca o producto comercial, sin embargo este tiende a englobar al auténtico logotipo (texto), anagramas y símbolos. Realmente el logotipo es la representación gráfica de la compañía expresado con diversos elementos gráficos como puede ser la tipografía concreta (generalmente personalizada), trazados y pictogramas, creando una imagen de la misma que el cliente pueda recordar y reconocer; así pues, un logotipo potente y pragmático es el primer paso de una buena imagen corporativa.

¿Cómo debería desarrollarse un buen logotipo?

En ese sentido y para que un logotipo funcione ha evaluar si cumple determinados axiomas del diseño como puede ser el de la legibilidad (hay un debate interesante entre tipografía creativa y legibilidad en ese sentido), incluso en pequeños tamaños y teniendo en cuenta el principio del 1+1=3, o el de las interferencias visuales; la reproducibilidad, es decir, estar lo menos condicionado posible por medios y materiales, y la capacidad de escalarlo en función del tamaño requerido. Además es muy importante que este logotipo sea memorable y fácilmente reconocible en el tiempo, que tenga algo que se nos quede y que a partir de la primera vez que lo veamos asociemos siempre a la marca. Esta última característica se consigue especialmente mediante el uso de formas primarias como el círculo o el triángulo.

Ejemplo de desarrollo de logotipo: Wild Cosmetics

En este caso os voy a mostrar un desarrollo mío personal para intentar explicar esto que os estoy contando. Mi logotipo está basado en una marca de cosméticos ficticia llamada Wild Cosmetics, de la cual ya hemos hablado para explicar el tema de la publicidad en cartelería. Y la peculiaridad que presenta es que es un tipo concreto de logotipo: aquel que se combina con símbolos creando un todo a partir de un logotipo (tipografía) y un símbolo (imagen trazada de un león)

¿Qué es Wild Cosmetics?

Wild Cosmetics es una marca de cosméticos que da un enfoque diferente a este campo. A diferencia de sus competidoras,  Wild está dirigida a jóvenes atrevidas, fuertes y femeninas, que no les da miedo seducir y estar guapas. Cosmética salvaje que ha llegado incluso al ámbito de la cosmética masculina con su línea Wild Cosmetics for men.

Desarrollo del logotipo y la imagen visual de Wild Cosmetics

Como podemos ver en este logo encontramos el nombre de la empresa, una palabra que define claramente a qué se dedica, lo cual puede resultar muy útil en caso de que la marca que estamos representando aún no sea muy conocida o si queremos que sea fácilmente reconocible por gente que podría ser nuevo público potencial. Aparece también el león, símbolo principal de la marca que se mantendrá en todo producto o elemento publicitario para dar unidad e identidad.

Elección de la tipografía y símbolo

A la hora de diseñar este logotipo, lo primero que se tuvo en cuenta fue la tipografía. La tipografía de un logotipo es primordial y siempre ha de encajar con la imagen que queremos dar de la empresa. En este caso en concreto nos referimos a una cosmética salvaje y atrevida por lo que elegimos una fuente rasgada a la que le aplicamos un sesgado simulando de alguna manera las marcas que dejaría el zarpazo de este animal.

Proporciones y estabilización del logotipo

A la hora de añadir otros elementos ya hay que pensar más a fondo en una estructura. Esta no se basa en medidas concretas sino en proporciones que si están bien definidas conseguirán que el logotipo sea escalable a cualquier tamaño sin que se distorsione. Al unir un símbolo a este logotipo es importante pensar cómo vamos a colocarlo concretamente porque pasará a ser parte del mismo. A veces se diseñan versiones en horizontal y vertical de un mismo logo para adaptarse a los productos que puedan llevarlo. En nuestro caso decidimos unir literalmente símbolo y texto, jugando con las posibilidades de la forma de ambos e intentando siempre no dejar grandes vacíos.

Elección de los colores

Por último es imprescindible considerar el color, ya que es uno de los elementos más pragmáticos en lo que a la imagen visual de una empresa se refiere. Pero tan importante como escogerlo es mantenerlo ya que tener infinitas versiones a color de un mismo logotipo hará que se pierda uniformidad. No obstante es recomendable contar siempre con una versión a color y otra en blanco y negro dado el caso de que no podamos usar la primera. En nuestro caso nos hemos centrado en el rosa porque es un color potente, femenino y no especialmente utilizado en este ámbito. Al utilizar un color tan intenso renunciamos a usar otros del mismo estilo porque sería demasiado chocante, por ellos los otros colores corporativos son el blanco que da luz, el negro, siempre elegante y uniforme, y el mismo rosa pero al 20%, es decir, mucho más claro. Crear un logotipo que vaya más allá del simple tratamiento tipográfico del nombre de la marca o que incluya más elementos siempre supone una dificultad añadida, por eso hay que atender minuciosamente a los aspectos que hemos comentado, contando a su vez con el valor añadido y la originalidad que esto le aporta y que puede dar mucha fuerza a nuestra marca.

¿Vosotros qué pensáis?