Qué es la sublimación, para qué sirve y qué necesitas para practicarla

La técnica de la sublimación es un método gracias al cual podemos imprimir cualquier diseño en prácticamente todas las superficies con estupendos resultados. A pesar de que hoy está técnica es ampliamente conocida por artistas y aficionados, lo cierto es que la sublimación lleva siendo una fórmula exitosa para todo tipo de creatividades desde hace muchísimo tiempo.

Ya en la década de los años 70, la sublimación estaba considerada como una de las técnicas más prácticas para personalizar cualquier objeto o prenda, una técnica que se ha ido desarrollando desde entonces y que, actualmente, se considera una de las más utilizadas en diferentes sectores.

Gracias a este auge de la sublimación, tanto a nivel profesional como a nivel amateur, la técnica se ha popularizado hasta tal punto que hoy en día cualquiera puede tener los materiales y los productos necesarios para sublimar en su propia casa. Así, también han surgido tiendas especializadas como Sublimacion.pro, una página de referencia en el mundo de la sublimación que, además, nos permite conocer un poco más sobre este tema con tutoriales originales y explicaciones sobre los mejores equipos y productos.

Sea como sea, en el día de hoy queremos dedicar este artículo a contaros todo lo que necesitáis saber sobre la técnica de la sublimación, una práctica increíble que, sin duda, pondrá a trabajar vuestra imaginación y os permitirá crear piezas únicas y cien por cien originales.

¿Qué es la sublimación?

La sublimación es una técnica con décadas de recorrido a través de la cual se pueden transferir diseños con ciertos tipos de tinta a materiales que pueden ir desde la cerámica hasta los tejidos.

En este sentido, hoy en día la aplicación más extendida entre el público es la del uso de la sublimación como una técnica para personalizar todo tipo de productos y, además, poder crear también diseños únicos y creativos.

¿Para qué se puede utilizar la sublimación?

La sublimación es una práctica gracias a la cual podemos conseguir transferir un diseño a ciertos materiales como pueden ser desde tazas hasta camisetas, entre otras muchas opciones.

Así, plasmando imágenes y diseños sobre ciertos materiales se consiguen productos originales que transfieren imágenes adhiriéndolas a una superficie. De esta manera se pueden crear desde prendas de ropa hasta mochilas, tazas, imanes, vajillas e, incluso, fundas para dispositivos móviles.

De cualquier forma, tanto la impresión como la propia sublimación, los diseños y los materiales están limitados únicamente por nuestra imaginación, pudiendo desarrollar cualquier tipo de proyecto que nos propongamos.

El equipo que necesitas para sublimar

Sublimar es un auténtico arte del que podemos disfrutar en cualquier momento si contamos con los materiales y el equipo adecuado. Hoy en día, por suerte, existen todo tipo de equipos adaptados tanto a entornos más profesionales como para aficionados, lo que la convierte en una técnica cada vez más popular entre el público.

No obstante, a pesar de esto, sí es cierto que, si nos planteamos empezar a sublimar, debemos hacernos con cierto equipamiento que nos permitirá desde imprimir los diseños hasta transferirlos al material.

Máquinas para sublimar

Si queremos empezar a aplicar esta técnica lo principal será hacernos con una máquina para sublimar, también conocida como plancha de sublimación.

Esta máquina, formada por dos placas metálicas se encarga de transferir la tinta a los objetos o tejidos que hayamos escogido. Así, gracias a una combinación de presión y calor se logra transferir el diseño de manera rápida y sencilla.

Plotter para imprimir los diseños

Si hacemos nuestros diseños en ordenador, necesitaremos también un plotter especial para imprimir nuestros diseños antes de transferirlos.

De esta manera, se imprime el diseño directamente sobre un papel de transferencia térmica con una máquina que también se encarga de cortar la imagen sobre el papel.

Este equipo es imprescindible para poder sublimar de manera más rápida y sencilla.

Papel de transferencia térmica

El papel de transferencia térmica es uno de los elementos más indispensables a la hora de sublimar. En él se imprimen los diseños que luego se transferirán al material aplicando calor, por lo que, sin este papel no podremos hacer prácticamente nada en el mundo de la sublimación.

Cinta térmica y papel protector

Otros materiales que podemos utilizar y que, sin duda, nos harán mucho más fácil la labor de sublimar son la cinta térmica y el papel protector.

Por su parte, la cinta térmica es esencial para asegurar unos buenos resultados. Gracias a esta cinta, los diseños quedan fijos y asegurados, evitando que se muevan y distorsionen la sublimación.

Por otro lado, el papel protector resulta fundamental para proteger las planchas de la máquina de posibles fugas de tinta, así como también para evitar transferencias de color indeseadas sobre los propios materiales a sublimar.

Tinta de sublimación

Para terminar, el último material esencial para poder practicar la técnica de la sublimación es la tinta para sublimar. Este tipo de tintas especializadas combinan diferentes cartuchos de color con los cuatro colores básicos (magenta, cyan, amarillo y negro) para conseguir sublimar cualquier tonalidad que necesitemos.

Ideas para sublimar tus propios productos

Sublimar es un proceso divertido y relativamente fácil gracias al cual podemos desarrollar nuestra imaginación y creatividad al máximo. Hoy en día cada vez contamos con más cantidad de materiales, tejidos y objetos sobre los que podemos sublimar por lo que, en realidad, no tenemos demasiadas limitaciones. Aún así, os aconsejamos que os informéis acerca de cuáles son los mejores soportes para sublimar dependiendo de lo que queráis llevar a cabo para obtener los mejores resultados.

Sea como sea, las ideas para sublimar son muy variadas y pueden servir para llevar a cabo muchísimos tipos diferentes de diseños y aplicaciones.

Gracias a la sublimación podemos conseguir fácilmente crear imanes, tazas, menaje de cocina e incluso cuadros decorativos. Además, siempre tenemos la opción de sublimar tejidos, creando no sólo prendas de ropa personalizadas, si no también textiles para el hogar como fundas de edredón, cojines o mantas.