Iván Lanchazo lleva trabajando en artes gráficas desde los 16 años. Empezó en una empresa familiar pasando por todos los departamentos: ayudante de maquinista, maquinista, pre-impresión y montaje de fotolitos, hasta llegar a la venta. Y aunque su pasión sea esta última, el tener experiencia en todos los departamentos le ha permitido tener una visión 360º del negocio y sector.
Sin embargo, la crisis de 2008 se llevó por delante la empresa en la que estuvo trabajando tantos años. Esto le supuso reinventarse y cambiar de trabajo, empezando una aventura como comercial en imprenta y posteriormente fundar su propia empresa,
Iván visiona varios caminos para que las empresas de artes gráficas perduren en el tiempo, uno de ellos, -el que él ha elegido-, es el de estar cerca del cliente y acompañarlo, entenderlo y asesorarlo.
En esta entrevista conoceremos a un profesional con más de 20 años de experiencia en artes gráficas. ¡No te la pierdas!
"Las empresas de artes gráficas, así como la producción, perdurarán en el tiempo"
Una situación que he tenido que vivir muchas veces es que, por algún motivo, lo que era bueno para la empresa no lo era para el cliente y viceversa, y creo sinceramente que entender una relación con el cliente como un ver quién gana más es un error. Así que decidí hacer las cosas a mi manera y montar mi propia empresa: Nómada Producción Gráfica. Una empresa gráfica donde el cliente siempre esté en el centro.
Una de las cosas que aprendes al ser comercial es a cultivar relaciones a largo plazo. Varios de mis mejores clientes estuvieron conmigo desde el principio y, cuando cambié de empresa, me siguieron siendo fieles. Es decir, siempre me acompañaron, incluso a día de hoy trabajo con ellos. Y ese es un gran activo para empezar cualquier negocio.
Siento pasión por mis clientes. Desde siempre me apasiona escucharlos, me esfuerzo por entenderlos e intento ofrecer la mejor solución de una manera honesta, con el objetivo de ser un colaborador al que acudir siempre y no un proveedor que compite por ese catálogo al año. Y eso es lo que he querido impregnar como valor fundacional en esta empresa.
Siempre digo que no es lo que hacemos, sino cómo lo hacemos lo que realmente nos diferencia. Ése es nuestro valor.
Cerca del cliente, lo máximo que podamos.
Las empresas de artes gráficas, así como por supuesto la producción perdurarán en el tiempo. Hay varios caminos para lograrlo, y uno de ellos, y es por el que yo he apostado, es el de estar cerca del cliente y acompañarlo, entenderlo y asesorarlo. Creo que esa es una apuesta segura.
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