Cloud Computing: el trabajo en la nube ha llegado para quedarse

El Cloud Computing llevaba con nosotros mucho tiempo. Sin embargo, todavía son muchas las empresas y los profesionales que recurren a herramientas antiguas para adecuarse a un mundo que hoy es diferente al de hace algunos año, y que lo será al de los próximos.

La llegada del Covid-19 ha supuesto el empujón definitivo para cambiar definitivamente las dinámicas de trabajo actuales de empresas y organizaciones, dando un papel protagonista al Cloud Computing como elemento clave en el teletrabajo.

Aunque la industria gráfica y la audiovisual son sectores pioneros en la implementación de tecnología, y muchas empresas y profesionales ya estaban incorporando el Cloud Computing en sus procesos, y se han transformado ante las circunstancias actuales, queda mucho trabajo por hacer.

Este post busca hacer un acercamiento al Cloud Computing, desde el punto de vista de entender qué es el Cloud Computing, sus diferentes niveles de uso y sus ventajas e inconvenientes a la hora de incorporarlo en los flujos de trabajo actuales y organizaciones.

¿Qué significa Cloud Computing?

Hoy día cualquiera entiende el concepto de Cloud Computing asociándolo al almacenamiento de archivos en servidores externos accesibles por Internet. Es su uso mayoritario y el que más se conoce: todos usamos alguno de los servicios disponibles (Google Drive, Dropbox, Mega, WeTransfer…) para el almacenamiento de datos y su distribución a nivel personal o profesional.

Esto es cierto, pero es sólo una pequeña parte de lo que el Cloud Computing posibilita. No, el Cloud Computing no es un servidor FTP, es mucho más.

Los tres niveles del X as a service

En la gráfica anterior se pueden ver los diferentes niveles Technology as a Service existentes en Cloud Computing. Para entender los tres modelos os ilustro la metáfora que Albert Barron hizo en 2014 con el ejemplo de la Pizza as a service, que responde a una pregunta: ¿Si fuese una Pizzería, qué posibilidades tengo para fabricar y comercializar una Pizza? Esta misma pregunta es la que cualquier negocio gráfico o audiovisual debería hacerse antes de acometer un proceso de arquitectura Cloud. Por ejemplo, WordPress sería un servicio at home, mientras que Webflow, Wix o WordPress.com son servicios SaaS.

A continuación explicaré en detalle cada uno de estos niveles de utilización que tiene esta tecnología para cualquier empresa y/o profesional.

Software as a Service (SaaS)

De manera resumida podríamos decir que se trata de cualquier servicio basado en Web o para cuyo acceso se use Internet. Ejemplos tan famosos como Google Suite (Gmail, Drive, Google Docs, Google Meets), Microsoft One (Office, Outlook, One Drive, Teams), CRMs (Zoho One o Hubspot), ERPs onlines, SaaS de productividad como Trello, Calendly, Asana y un sin fin de herramientas más. Hablamos de servicios donde el desarrollo, mantenimiento, actualizaciones y copias de seguridad son responsabilidad del proveedor Cloud.

Y sí, el «Almacenamiento» comentado anteriormente es uno de los múltiples servicios de un SaaS.

En el caso de nuestra pizzería, prácticamente seríamos una app que conecta a pizzeros con consumidores para ir a cenar a la pizzería. Sólo hacemos la gestión de reservas, el resto del proceso lo apalancamos en el Restaurante.

Platform as a Service (PaaS)

Al contrario del SaaS, se trata de un modelo en el que se además del producto final, se ofrece todo lo necesario para soportar el ciclo de vida completo de construcción y puesta en marcha de aplicaciones y servicios web disponibles en Internet. Esto permite a desarrolladores crear sus aplicaciones sin necesidad de gestionar el hardware necesario para su funcionamiento, enfocándose más en la optimización de sus apps y así consumir menos recursos, ya que el coste del servicio se basa en las peticiones, escrituras en disco, espacio requerido, memoria necesaria, cálculo de procesos… de las máquinas que dichas apps requieren para su ejecución. Microsoft Azure, Heroku o Google App son ejemplos conocidos.

Este sería el caso en el nuestra Pizzería pone al camarero, la mesa, cubiertos y las bebidas además de la gestión de reserva, pero el resto del proceso (cocina) se delega en un catering.

Infraestructure as a Service (IaaS)

Hablamos de un servicio de distribución de infraestructura de computación, normalmente mediante una plataforma de virtualización: en vez de adquirir servidores, espacio en un centro de datos o hardware de redes, los usuarios alquilan todos estos recursos a un proveedor de servicios externo, cuyo provisionamiento, gestión y pago se hace de manera integral a través de la web.

La infraestructura es configurable según nuestras necesidades, si bien para nosotros resulta transparente ya que todo lo manejamos de forma virtual. La principal diferencia con el sistema de Plataforma como Servicio (PaaS) es que es el usuario el que se encarga de escalar las aplicaciones en base a sus necesidades, además de preparar todo el entorno de máquinas en las que se ejecutarán.

Algunos proveedores que ofrecen servicios en la nube que admiten IaaS son Microsoft (Azure), el gigante Amazon (Amazon Web Service) o Google (Google Cloud Platform).

En el caso de nuestra Pizzería, es cuando además de la reserva, de las mesas y camareros, añadimos la cocina y únicamente subcontratamos los ingredientes y la masa.

Ventajas y desventajas de trabajar en la nube y usar servicios de Cloud Computing

Evidentemente como cada nueva tecnología, hay que analizar ventajas e inconvenientes de ésta. Vamos a ello.

Ventajas del Cloud Computing

1. Costes

Se produce una sustancial reducción en costes directos e indirectos (hardware, software, personal, licencias…) puesto que los proveedores se aprovechan de una economía de escala que les permite ser competitivos y generar negocio al mismo tiempo. Además, estos costes se basan en el uso de sus servicios, por lo que más que proveedor se puede decir que pasa a ser un partner con una relación win-win: pagas más cuando generas más negocio, así de simple.

2. Elasticidad

Estos servicios están preparados para ejercer una escalabilidad en función de la demanda que requiere, con suficiencia para aumentar o reducir su capacidad y potencia, y por lo tanto su coste en un tiempo muy pequeño.

3. Disponiblidad

No hay nada más ubicuo, disponible y accesible que tener parte de tu organización en la nube. El Cloud Computing permite trabajar desde cualquier lugar, una gestión eficiente de roles en tiempo real, de altas y bajas de usuarios y muchas otras cosas. Y si se elige bien al proveedor, raro será que se produzca un corte del servicio.

4. Calidad y fiabilidad

Salvo que nuestra empresa se pueda permitir invertir una ingente cantidad de recursos materiales y humanos para dar una alta disponibilidad y tolerancia a fallos, estos servicios ofrecen una calidad y una fiabilidad más que probada, si bien no resultan infalibles y resultan cautivos de terceros (todo el mundo recuerda lo que pasó con Playstation Network). Una empresa que tenga como Core Business el servicio en la nube (Microsoft, Amazon, Google…) tendrá mucha mejor preparación y experiencia evitando las caídas de servicio que puedan existir, y resolviendo con gran celeridad cualquier posible inconveniente.

Inconvenientes del Cloud Computing

1. El control de las cosas

Es evidente que una solución así exige «perder el control». Para solucionar este inconveniente cabe hacerse las preguntas importantes, y casi siempre son relacionadas con nuestras necesidades y con el proveedor Cloud:

• ¿Qué nivel de utilidad le voy a dar al cloud? ¿Cuáles son mis necesidades reales?
• ¿Tenemos claro dónde están ubicadas las instalaciones del proveedor? ¿Qué Infraestructura Cloud va a usar?
• ¿Es un proveedor en el que se puede confiar?
• ¿Cómo es su servicio de atención al cliente y resolución de problemas?

Evaluar las distintas ofertas, a los proveedores y sobre todo, nuestras necesidades de Cloud (si es algo accesorio, es probable que con elegir buenos proveedores baste, si el Cloud va a ser la arquitectura de nuestra empresa, igual conviene que además de lo anterior, firmes un contrato y un SLA) ayudará a solventar este importante inconveniente.

2. Seguridad

La confidencialidad y seguridad de los datos es algo que preocupa y mucho a las empresas. Al final, dejar tu información en manos de un tercero es un riesgo. Ideas, proyectos, puntos débiles… se requiere un acto de Fe para creer que la firma de un detallado acuerdo legal con el proveedor va a garantizar que un problema técnico, de seguridad, mantenimiento incorrecto o fallo humano no se va a producir, y por lo tanto no se produzca una filtración al exterior. Es un punto a valorar detenidamente antes de embarcarse en la contratación de uno de estos servicios.

Y sobre todo, siempre hay soluciones mixtas, no es necesario abordar el Cloud como un todo o nada, los datos más sensibles puedes tenerlos en otro lugar.

3. Costes variables y difíciles de estimar

Es muy importante dimensionar muy bien lo que se va a contratar, ya que esto es cosa de meigas, y los costes no son fijos, sino variables. Esto implica que es muy difícil poder estimar cuánto te vas a gastar al mes en servicios Cloud. En negocios de flujos y operativos, no parece un tema importante, pero si te dedicas por ejemplo al Streaming o al visionado de vídeos (una empresa de conciertos o una academia de formación), el coste de visionado se puede disparar si tienes por ejemplo un pico de visitas. Ni siquiera Amazon sabe estimar con certeza el coste de su solución Cloud.

4. Supervisión de los procesos Cloud

Por último, se puede cometer el inmenso error de pensar que implantar un Cloud supone un ahorro de personal y que funciona «solo». A pesar de que todos estos servicios están bien gestionados por el proveedor, hay que tener recursos propios dedicados a supervisar y responsabilizarse de todos estos procesos en la nube. Perfiles cuya experiencia permita gestionar, identificar y resolver incidencias con mayor celeridad, que peleen y defiendan a la empresa ante los proveedores (cumplimiento del acuerdo y SLA firmado si lo hay), y que siempre busquen apoyarse en el proveedor para mejorar.

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En resumen, el Cloud Computing ha llegado para quedarse, la clave como con todas las tecnologías es:

1. Analizar si dicha tecnología nos afecta o no, sus implicaciones presentes y futuras.
2. Entender bien sus ventajas e inconvenientes, y buscar cómo minimizar estas últimas.
3. Enfocar su proceso de puesta en marcha e implementación
4. Mejorar con el aprendizaje y uso de este nuevo sistema.